Si preguntamos a cualquier conductor qué coche lleva, nos dirá con toda seguridad la marca y el modelo y, posiblemente, también sabrá la cilindrada, la potencia del motor y su nivel de acabado.
Pero, ¿qué ocurre si si le preguntamos por las medidas exactas de los neumáticos? Es muy probable que vacile y no sepa contestarnos con exactitud, más allá de indicar el número de pulgadas de las llantas. Excepto si se ha cambiado el calzado original del automóvil, serán pocas las personas que sepan si su vehículo monta unos Michelin, Pirelli, Continental, GoodYear… y mucho menos el modelo, dimensiones, índice de carga o cualquier otra de sus características.
Además, hay que tener presente que numerosos coches de altas prestaciones, especialmente los modelos más deportivos con propulsión trasera suelen montar ruedas con dimensiones distintas en ambos ejes, con los neumáticos posteriores más anchos que los delanteros e incluso con medidas de llantas distintas, de manera que al cambiar las gomas habrá que encargar cuatro neumáticos en dos juegos de dos en medidas diferentes.
Si os habéis sentido identificados con la afirmación precedente, no os preocupéis, ya que a continuación os enseñaremos cómo podéis leer vuestros neumáticos. Antes, no obstante, queremos explicaros por qué es tan importante saber qué neumático lleva el vehículo. ¿Sabías que es el único elemento que permite el contacto del vehículo con el asfalto? Por este motivo es fundamental para la seguridad.
Un neumático específico
Para empezar, cuando cambiamos los neumáticos no podemos montar los que se nos antoje; tenemos que ceñirnos a los especificados en la ficha técnica del vehículo. Si elegimos algunos que no estén homologados para nuestro coche, no sólo ponemos en riesgo la seguridad en marcha, sino que tendremos problemas para pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). En la ficha técnica se consignan las dimensiones del neumático que lleva de serie nuestro coche, así como todas aquellas medidas homologadas para nuestra versión concreta y que estaban disponibles en opción al comprar el modelo. Cualquiera de ellas está homologada para nuestro coche y puede utilizarse siempre que, además de los neumáticos, se cambien las llantas por otras que permitan el montaje de las gomas elegidas.
La empresa Applus Iteuve, que realiza revisiones de ITV, asegura que, además de los homologados y que figuran en la ficha técnica, podemos colocar unos neumáticos de medida diferente a la indicada en la documentación del automóvil siempre que sean equivalentes a los indicados en ella y cumplan las siguientes condiciones de correspondencia: un diámetro exterior igual con una tolerancia de +/- 3%, un índice de carga idéntico o superior, un índice de velocidad igual o superior y un perfil de llanta de montaje que corresponda al del neumático.
Esta información se puede encontrar en los flancos del neumático. Si os fijáis bien en los laterales, veréis que aparece impreso el nombre de la marca y del modelo. Las dimensiones de la goma se presentan indicadas en una serie del tipo 255/55 R18.
La primera cifra corresponde a la anchura de la banda de rodadura medida en milímetros, mientras que la segunda corresponde al perfil del neumático y hace referencia a la altura (distancia entre el suelo y la llanta). El perfil se indica mediante el porcentaje de la altura respecto a la anchura. En el ejemplo inicial, el número 55 significa que la altura es un 55% de la anchura. La R indica que el neumático dispone de estructura radial y el último número hace referencia al diámetro de la llanta expresado en pulgadas.
Peso y velocidad máxima
A continuación de la mencionada secuencia aparece otra cifra con una letra, tal como 105 V o 87 H, por poner un par de ejemplos. El número es el índice de carga, es decir, el peso máximo que puede soportar un neumático a una presión determinada. Existe una tabla de equivalencias en la que se establece a cuántos kilogramos corresponde cada número; en los ejemplos antes citados, el índice 105 significa que puede soportar una carga de 925 kg, mientras que el de índice 87 puede soportar 545 kilos.
La letra mayúscula, por su parte, es el llamado código de velocidad y fija la velocidad máxima a la que se puede circular con ese neumático. También hay una lista que establece cada correspondencia. En los ejemplos mencionados, la H determina que el coche puede circular a un máximo de 210 km/h y la V que puede hacerlo hasta 240 km/h.
Dónde y cuándo se produjo
La información de fabricación del producto, se muestra con una serie de cifras y letras del tipo 89FJ PRDX 2204. Lo primero se refiere al código del centro de producción mientras que las últimas cifras hacen referencia a la semana y el año de producción. Este dato es el más importante de esta serie ya que la goma de los neumáticos se degrada con el paso del tiempo y conviene montar siempre unas gomas de fabricación lo más reciente posible.
Además de todos estos datos, el flanco también contiene la ubicación de los indicadores de desgaste de la banda de rodadura, informa si se trata de un neumático sin cámara (Tubeless), dispone de marcajes específicos que señalan el diseño especial del producto para una marca concreta de coches y muestra si las gomas son específicas de invierno (Mud & Snow o 3PMSF)
Ahorro de combustible
Desde el 1 de noviembre de 2012 todos los neumáticos que se venden en Europa deben llevar una etiqueta con información sobre aspectos medioambientales y de seguridad. En ella se ofrecen datos del producto en cuanto a su ahorro de combustible, agarre sobre mojado y nivel de rumorosidad.
El gráfico sobre su contribución a la contención del consumo de carburante es una clasificación que va de la letra A a la G y se presenta en una escala de colores. La primera letra, en verde, corresponde a la mejor calificación en ahorro de combustible, mientras que la G, en rojo, es la peor. La diferencia entre ambas puede llegar a suponer un ahorro de 0,6 litros cada 100 km.
Eficacia
La eficacia del frenado sobre piso mojado también se califica desde la A a la G, siendo la primera la mejor nota. Así pues, un vehículo que circula a 80 km/h calzado con neumáticos de clase A reducirá su distancia de frenado sobre asfalto mojado unos 18 metros respecto a uno calzado con neumáticos de clase F.
Por último, la información que se refiere al ruido que producen las gomas aparece en la parte inferior de la etiqueta. A simple vista, se puede saber si el producto es muy o poco ruidoso según las ondas marcadas en el dibujo de un altavoz. Una onda es la mejor calificación, mientras que tres es la peor. Los neumáticos calificados como menos ruidosos serán aquellos que produzcan un ruido de hasta 68 dB y los más ruidosos generarán 74 dB como máximo.
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